jueves, 12 de septiembre de 2013

TESEO Y EL MINOTAURO







TESEO Y EL MINOTAURO


En un tiempo remoto, sucedió una guerra entre dos pueblo vecinos, Creta y Atenas. Creta salió victoriosa. El rey de la isla, Minos, le pidió cada dos meses durante nueve años a Atenas que mandara siete mujeres y siete hombres para que el Minotauro, monstruo mitad hombre mitad toro, se los devorara.

El Minotauro, era hijo de la esposa de Minos que lo había engañado con un toro blanco enviado por el dios Poseidón porque no habían querido sacrificarlo a los dioses, y así, por esa venganza, había sido engendrado el famoso Minotauro.
Minos le había pedido a Dédalo, que era un arquitecto, un laberinto para poder encerrar a la bestia ya que le daba mucha vergüenza admitir el engaño que había sufrido.



Luego, un valiente ateniense llamado Teseo, el hijo del rey Egeo, se ofreció como tributo así lograba parar las muertes de más mujeres y hombres.
Teseo fue al palacio a hacer un trato con el rey de Creta, le fue a rogar que si él mataba al Minotauro, Minos no le pediría más tributo a Atenas.


Luego, Teseo se encontró con Ariadna que era la hija del rey de Creta, la cual le dio un ovillo mágico para atarlo en el dintel de la puerta del laberinto y no perderse.
Teseo entró al laberinto. Luego de caminar por el lugar, escuchó el jadeo de la bestia y el crujido de las puertas. Se encontró con el Minotauro, le clavó la espada en la espalda y lo mató.


Teseo fue al palacio del rey Minos, le comunicó la noticia y se fue con Ariadna.
Lucas Rocha